Les playas de Asturies como lugares seguros. La distancia con el resto de bañistas es este año más importante que nunca. Grandes arenales de baja ocupación salpican de punta a punta la costa de la comunidad. Un paraíso en estado puro que ofrece, más que nunca, todas las garantías para disfrutar de un día de verano. Y es que las playas de Asturies son toda una opción para escaparse de la rutina y refugiarse del calor estival. Aquí te dejamos una lista con las 8 mejores playas de Asturies para evitar aglomeraciones este verano.

Playa de El Sablón

Con casi 3 kilómetros de longitud, la playa de Bayas o El Sablón es el mayor arenal de Asturies. El arenal, de arena blanca y fuerte oleaje, incluye un espectacular conjunto dunar y la isla de la Deva, un paraje declarado Monumento Natural. Cuenta con una zona específica para disfrutar con mascotas y otra, situada en la zona más oriental frecuentada por naturistas. Gracias a su fuerte oleaje, es muy frecuentada para la práctica del surf.

Vista de la playa de Bayas, también conocida como El Sablón.

Playa de La Espasa

Compuesta por los arenales de El Viso y Moracey, la playa de La Espasa se encuentra ubicada en el límite de los concejos de Colunga y Caravia. Suma casi un kilómetro de arena dorada, con un oleaje moderado y buen equipamiento, salvamento en temporada estival y oferta hostelera. El arenal está especialmente recomendado para quienes quieren practicar surf o volar cometas. La playa acoge en el mes de mayo su festival de vuelo de cometas, que acoge visitantes de toda España.

Playa de La Espasa, entre los concejos de Colunga y Caravia.

Playa de Misiegu

Este arenal se encuentra enclavado en la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa, muy cerca de las playas de El Puntal y Rodiles. La arena dorada está bañada por la ría, por lo que las aguas son tranquilas, por lo que apenas dispone de servicios. Forma parte de un programa piloto del Gobierno asturiano, por lo que está prohibido fumar.

La playa de Misiegu, en la ría de Villaviciosa.

Playa de La Vallina

La playa de La Vallina, situada en Ouviñana, es la mayor de todo el concejo de Cuideiru. Ocupa aproximadamente un kilómetro en la desembocadura del río Vivigo. Contiene varias cascadas y antiguos molinos de agua conducen al visitante hasta la playa. El último de estos molinos está casi al pie de las olas. Su arena es de color claro y  con cantos rodados de distintos tamaños. El acceso es a pie por pista.

Vista de la playa de La Vallina.

Playa de Xagó

La playa de Xagó es uno de los arenales más frecuentados por surfistas en el centro de Asturies. Se trata de una bella playa de arena dorada de unos dos kilómetros de longitud y dunas eólicas de un alto valor científico. El fuerte viento que sopla en la zona y la fuerza del mar hacen aconsejable tener precaución en el baño. Es frecuente la práctica del parapente, desde los altos acantilados del Cabo Negro.

Playa de Xagó.

Playa de San Antolín

La arena blanca y el fuerte oleaje predominan en la playa llanisca de San Antolín. Este arenal es un lugar idóneo para la práctica de deportes como el surf y también la pesca. De hecho, es la desembocadura del Bedón, un río truchero frecuentado por aficionados. También se practica puenting en el viaducto que flanquea la playa. Dispone de un amplio aparcamiento junto a un mirador de vistas espectaculares. Junto a ella se encuentra la iglesia románica de San Antolín de Bedón.

La playa de San Antolín es frecuentada por deportistas.

Playa de Vega

La playa de Vega está declarada Monumento Natural de Asturias. Un título que obtuvo gracias a la ausencia de urbanizaciones cercanas, la existencia de un sistema de dunas único y los restos jurásicos hallados en su pedrero más oriental. En esta playa de arena dorada la vista pierde su horizonte. Es la gran playa riosellana.

Vista de la playa riosellana de Vega.

Playa de Ruicabo

La playa de Ruicabo o Riocabo es la más occidental del concejo de Cuideiru forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental del Asturies. Situada muy cerca de Ballota, no dispone de aparcamiento, por lo que se aconseja dejar el coche en el pueblo y acceder caminando. Se trata de una tira estrecha, bordeada de acantilados de cantos rodados y arena de color tostado.

Vista de la playa de Ruicabo.