San Tiso d’Abres es uno de los concejos más pequeños de Asturies, pero rebosa encanto rural y natural. Bañado por el río Eo, declarado Reserva de la Biosfera, es destino predilecto para la pesca, el senderismo y la observación de aves. Su capital, San Tiso, conserva la tranquilidad de las villas pequeñas, con arquitectura tradicional y un entorno de prados y montes. Rutas como la del Ferrocarril invitan a recorrer paisajes serenos. Un rincón discreto, ideal para descubrir la Asturias más pausada.

Capilla de San Juan en O Chao

De origen probablemente del siglo XVI, fue durante mucho tiempo punto de reunión no solo para el culto, sino también para decisiones municipales, pues en sus fiestas se elegían los cargos del concejo. Su interior albergó un retablo barroco, hoy deteriorado, y conserva imágenes de gran devoción. Frente a su puerta se guarda una singular tradición: un miliario romano al que los vecinos frotaban una piedra, usando el polvo para aliviar dolores de cabeza, en una mezcla fascinante de ritos paganos y fe cristiana. Hoy, la capilla sigue siendo uno de los símbolos más entrañables de la villa,

Ruta del Ferrocarril

Aprovecha el antiguo trazado del tren minero que, desde finales del siglo XIX hasta 1964, transportaba mineral y mercancías entre A Pontenova (Lugo) y San Tirso de Abres, conectando con la línea de Vegadeo. Hoy, ese viejo camino de hierro se ha convertido en una vía verde de unos 12 km de ida y otros 12 de vuelta, prácticamente llana y muy fácil de recorrer. El itinerario discurre paralelo al río Eo, dentro de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón, lo que garantiza paisajes de gran valor natural. A lo largo del trayecto, el visitante atraviesa varios túneles y puentes metálicos originales, además de pasar junto a antiguas estaciones, casas de guardabarreras y restos industriales.

La ruta parte habitualmente de O Chao, en San Tirso, o de la antigua estación de A Pontenova, con sus icónicas torres de ladrillo. El camino está salpicado de áreas de descanso, paneles interpretativos y accesos a orillas del Eo donde se puede observar fauna como garzas, martines pescadores o incluso nutrias.

Ruta de A Pena do Encanto

La Ruta de la Peña del Encanto, en San Tiso d’Abres, es un breve pero mágico paseo donde naturaleza y leyenda se entrelazan. Parte de la plaza de San Isidro, en O Chao, y conduce por caminos y senderos entre praderas y bosques hasta el arroyo de Ramalledo. Allí, el agua se precipita formando la cascada que da nombre al recorrido, envuelta en la historia de una dama encantada que, en la noche de San Juan, se peina con un peine de plata para hechizar a quien la mire. El regreso, entre aldeas y puentes de madera, completa una experiencia tan fácil como inolvidable.