El Entierro de la Sardina es una ceremonia que consiste en un desfile carnavalesco que parodia un cortejo fúnebre y culmina con la quema de una figura en forma de sardina. Generalmente se celebra el Miércoles de Ceniza, marcando el fin del Carnaval y el inicio de la seriedad de la Cuaresma. La tradición se popularizó a finales del siglo XVIII, y existen diversas teorías sobre su origen.

Una leyenda popular sostiene que todo comenzó con un cargamento de sardinas en mal estado que llegó a los mercados de Madrid durante el reinado de Carlos III. El olor tan desagradable que desprendían las sardinas fue tan fuerte que el rey, preocupado por la salud pública, mandó enterrar todas las sardinas podridas a orillas del río Manzanares. Según esta versión, la Cofradía del Entierro de la Sardina de Madrid termina su desfile en La Fuente de los Pajaritos en la Casa del Campo, ya que se dice que fue allí donde se enterraron las sardinas.

Otra teoría relaciona la festividad con Jerónimo Grimaldi, uno de los últimos ministros de Carlos III, apodado “el sardina” debido a su extrema delgadez. Se cuenta que Grimaldi abandonó Madrid poco antes de la Cuaresma y, para despedirlo, los madrileños organizaron una gran mascarada.

Aunque el origen sigue siendo incierto, parece claro que la tradición nació en Madrid y se fue extendiendo a otras ciudades españolas y a Latinoamérica. En la actualidad, uno de los Entierros de la Sardina más populares y multitudinarios se celebra en la ciudad de Murcia. Sin embargo, en este caso, la fiesta no pone fin al Carnaval, sino que forma parte de las Fiestas de Primavera tras la Semana Santa, lo que le da un carácter distinto.