El concejo de Proaza enamora con su mezcla de naturaleza salvaje y cultura tradicional. Abrazado por montañas, es conocido por la Senda del Oso, ruta cicloturista y senderista que recorre antiguos trazados mineros. Su capital, la villa de Proaza, conserva casonas solariegas, una torre medieval y el ambiente acogedor de los pueblos asturianos. Entre miradores, brañas y bosques, el visitante descubre paisajes donde aún habitan osos pardos en semilibertad. Gastronomía casera, hospitalidad sincera y un ritmo de vida tranquilo hacen de Proaza un destino que invita a quedarse, al menos por un día con una visita a estos tres lugares:

Banduxu

A menudo encontramos listas interminables de cosas o destinos a los que ir al menos una vez en la vida. Banduxu es una de esas estampas que no te dejarán indiferente, a la que querrás volver y donde notarás que se detiene el tiempo.

Esta aldea de apenas 40 habitantes, merece todos estos halagos y muchos más por su arquitectura medieval perfectamente cuidada, unas fascinantes vistas y un paisaje que creció entre longevas tradiciones. Banduxu se alza en la zona central de Asturies, desde lo alto de las montañas que lo rodean se conjuga con el verdor de su naturaleza en perfecta sintonía. La aldea de Banduxu se divide en siete barrios que encarnan como ningún otro sitio la cultura medieval: La Reguera, La Molina, Palacio, Toral, El Barreiru, Antelaiglesias y Campal.

Sin duda, esta aldea que parece detenida en el tiempo, es ideal para desconectar de nuestro día a día para conectar con nosotros mismos. Un lugar donde naturaleza, silencio e historia son los protagonistas. Banduxu es un trozo de magia en nuestro Paraíso Natural. Merece la pena descubrirlo. Al menos, una vez en la vida.

La torre medieval de Proaza

La torre medieval de Proaza, también llamada Torre del Campo o Torre de los González-Tuñón, es una construcción de carácter defensivo que se alza a las afueras del casco urbano de Proaza, en Asturias, frente al antiguo palacio de los González-Tuñón y junto al arroyo Payón. Aunque tradicionalmente se ha atribuido su construcción a Diego Vázquez de Prada a finales del siglo XV, con permiso de los Reyes Católicos, algunos estudios recientes la sitúan mucho antes, en el primer cuarto del siglo XIII. Esa datación más antigua se apoya en ciertas características constructivas y en análisis realizados durante sus restauraciones.

En sus siglos de uso, la torre sirvió como cárcel señorial y como alojamiento para una pequeña guarnición, que vigilaba y controlaba el paso por este valle. Su ubicación estratégica, en una loma y muy cerca de rutas que comunicaban la zona central de Asturias con la Meseta, le daba un valor militar evidente. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1965, y a lo largo del tiempo ha sido restaurada para consolidar su estructura, reparar grietas y preservar sus elementos originales. Hoy en día se conserva como uno de los testimonios más notables de la arquitectura militar medieval asturiana, recordando la época en que estas torres eran símbolo de poder y defensa en un territorio disputado.

La senda del Osu

La Senda del Osu es una de las rutas cicloturistas y senderistas más populares de Asturias, y no solo por su belleza natural, sino también por su historia. Originalmente, el recorrido formaba parte de una vía férrea minera que, desde finales del siglo XIX hasta los años 60 del XX, transportaba carbón y hierro desde las cuencas de Quirós y Teverga hasta Trubia. Cuando el tren dejó de funcionar, las vías quedaron abandonadas hasta que, en los años 90, se decidió rehabilitar el trazado para uso recreativo.

La senda recorre un paisaje espectacular de valles, montañas, túneles excavados en la roca y puentes metálicos sobre el río Trubia. Está asfaltada, con pendiente muy suave, lo que la hace perfecta para recorrer en bicicleta o caminando. Tiene varias variantes y tramos, sumando en total unos 60 kilómetros, aunque el recorrido más habitual para familias es de unos 20–22 km (ida y vuelta).