Con la llegada del Día de los Difuntos, los cementerios asturianos se vuelven a llenar de personas que, en un día especial como este, acompañan a los seres queridos que ya no están. Sin embargo, en Asturies contamos con cementerios muy bonitos y que, más allá de fechas concretas, son dignos de ser visitados a lo largo de todo el año.
Cementerio de L.luarca
Si te gustan los cementerios bonitos y con grandes vistas, el de L.luarca es inmejorable. Está situado en L’Atalaya, un saliente que se alza sobre el mar Cantábrico y que deja al espectador un paisaje espectacular. En él conviven majestuosos panteones con modestas sepulturas, personajes ilustres con modestas personas. Todos con unas vistas dignas para el descanso eterno. Algunas de las personas que recibieron sepultura en este cementerio parroquial son el premio nobel Severo Ochoa y su esposa Carmen; Evaristo Casariego, escritor y periodista; el Indiano Ramon García, fundador de la Favorita, todo un hito comercial en Argentina; Vicente Trelles fundador de la Banca Trelles y uno de los creadores de ALSA o Nene Losada, escritora y poetisa.
Cementerio de Banduxu
En un paraje singular y precioso, el cementerio de Banduxu guarda entre sus muros una de las tradiciones más curiosas y coloridas que existe en los cementerios asturianos. El pueblo medieval, que además está considerado como Bien d’Interés Cultural, entierra a sus seres queridos en tierra, sin rastro de lápidas. El 1 de noviembre, los vecinos celebran Todos los Santos cubriendo las tumbas con trabajadas mantas florales. Así, crean una escena muy bonita que se repite cada año.
Cementerio de La Carriona (Avilés)
El cementerio Municipal de La Carriona es un espacio creado a finales del siglo XIX como zona funeraria a las afueras de Avilés. Entre sus paredes, además de albergar tanto a personas modestas como ilustres, atesora curiosas y valiosas esculturas. Esto ha provocado que sea considerado como uno de los cementerios más bonitos de España. En su visita, que recomendamos más allá de en fechas señaladas, destacan sepulturas como las del Marqués de Teberga, Marcos del Torniello, Armando Palacio Valdés, o la marquesa de San Xuan de Nieva, entre otras muchas que crean una composición funeraria única.
