Villayón es un concejo algo desconocido, pero guarda en su interior algunos de los paisajes más sorprendentes del occidente asturiano. Situado en plena comarca vaqueira, esta tierra de montañas, bosques y cascadas ha sido moldeada durante siglos por el paso de los vaqueiros de alzada, cuyos caminos y tradiciones aún perviven en su identidad rural. Lejos del bullicio turístico, Villayón ofrece una Asturias más tranquila y auténtica, ideal para quienes buscan perderse entre rutas de senderismo, aldeas con sabor a pasado y rincones naturales de enorme belleza como las cascadas de Oneta o la Sierra de la Bobia. Además, forma parte del Paisaje Protegido de las Sierras de Carondio y Valledor, un entorno de alto valor ecológico y cultural. En este artículo te mostramos las 3 mejores formas de descubrir este concejo inexplorado.

1. Cascadas de Oneta

Las Cascadas de Oneta son tres saltos de agua en el río Oneta, en el concejo de Villayón, siendo La Firbia la más conocida y accesible. Fueron declaradas Monumento Natural en 2001 por su alto valor paisajístico, ecológico y etnográfico.

La ruta transcurre entre robles, castaños y prados, siguiendo antiguos caminos vecinales. Junto a la primera cascada (La Firbia) hay restos de antiguos molinos harineros y un batán, testigos del uso tradicional del agua. Las otras dos cascadas —Ulloa y Maseirúa— están más escondidas y requieren mayor esfuerzo y precaución para acceder.

El camino comienza en el pueblo de Oneta, junto a la iglesia y está bien señalizado. La distancia total a recorrer (ida y vuelta) es de un kilómetro y medio, lo que la hace ideal para todos los públicos. Dura aproximadamente 40 minutos.

2. Cueva del Pímpano

Esta es una ruta corta y sencilla que conduce a la Cueva del Pímpano, un abrigo rocoso natural en las inmediaciones del pueblo de Busmente, en el concejo de Villayón. Se trata de una cueva poco conocida, envuelta en un entorno natural y con cierto halo de misterio y belleza salvaje.

El camino empieza en el pueblo de Busmente, bien señalizado desde la plaza. Perfecta para familias, ya que su longitud total es de unos 3 km ida y vuelta aproximadamente y se tarda entre hora u hora y media en terminar.

El sendero transcurre entre bosques, prados y formaciones rocosas, típico del paisaje del occidente asturiano. La cueva está situada en una pared de roca caliza y ofrece increíbles vistas panorámicas del valle. Se cree que antiguamente pudo tener usos pastoriles o de refugio.

3. Paisaje Protegido de la Sierra de Carondio y Valledor

Éste es un espacio natural protegido que forma parte parcialmente de Villayón, además de otros concejos como Allande, Grandas de Salime y Boal. En Villayón, este paisaje destaca por su riqueza ecológica, geológica y etnográfica.

Destacan la Sierra de la Bobia en el extremo occidental del concejo, es un área de alta montaña con cumbres suaves, bosques autóctonos y pastizales. Hay gran biodiversidad, con especies como el urogallo, el oso pardo y una flora adaptada al clima atlántico. Se conserva aquí el hábitat tradicional de montaña y paisajes modelados por la actividad ganadera.

Al explorar la zona aún se nota la presencia de antiguos caminos, brañas y construcciones de piedra seca asociadas al pastoreo tradicional y a los vaqueiros, ya que este concejo forma parte de la comarca vaqueira. El paisaje refleja la interacción entre el ser humano y la naturaleza a lo largo del tiempo en el medio rural asturiano.

En la misma villa de Villayón se ubica el Centro de Interpretación de los Paisajes Protegidos de Montaña, donde se puede conocer más sobre este espacio natural y otros del entorno.