En el oriente asturiano se encuentran algunas de las playas más espectaculares del Principado, combinando paisajes de postal con entornos naturales únicos. Desde largas extensiones de arena dorada hasta rincones escondidos entre acantilados, estas playas ofrecen experiencias para todos los gustos. A continuación, te recomendamos tres arenales muy distintos entre sí, pero igual de especiales, ideales para disfrutar del verano en Asturias. Si te apetece algo menos concurrido, también hay playas del occidente que merece mucho la pena visitar.
Playa de La Espasa
Se encuentra colindando con los concejos orientales de Colunga y Caravia, separados naturalmente por el río Espasa, al cual esta playa debe su nombre ya que su desembocadura se encuentra en la misma. Tiene una longitud de algo más de 1 km y su arena es fina de color tostado. El oleaje es moderado aunque suele haber viento a menudo, lo cual puede picar la mar.
Se puede acceder en coche hasta la playa, habiendo parking de pago justo a su entrada. Al ser una superficie bastante llana es una playa accesible para personas con movilidad reducida. Dispone de rampas de acceso y pasarelas hasta los arenales, además de otros servicios como duchas y baños adaptados.
Es una playa bastante familiar, ya que cuenta con parque infantil para niños, máquinas gerontológicas para los mayores y una par de chiringuitos-restaurantes. También dispone de aseos, duchas y zona de merendero así como servicio de salvamento, cuyo horario es de 12 a 19h. Al ser ventosa y con oleaje, actividades que puedes resultar bastante atractivas son el surf o probar a volar cometas.
Lamentablemente, los animales no están permitidos entre las 9 y 21h en el horario de verano.

Playa de Cuevas de la mar
Situada a la desembocadura del río Nueva en el concejo de Llanes, es una de las playas más turísticas del oriente asturiano. En verano está bastante concurrida. El pueblo más próximo es Cuevas a tan solo 5 minutos en coche, conocido por su arquitectura indiana. De forma triangular, mide 125 metros de largo y casi 50 de ancho. Está formada por bolos y arena blanca. El oleaje es moderado.
Cabe destacar las enormes formaciones rocosas que salpican su orilla, de piedra caliza erosionadas por el oleaje del mar que conforman un paisaje precioso. Además dejan a la vista numerosas cuevas y túneles a explorar por los curiosos siempre y cuando haya bajamar. En temporada baja, muchos eligen esta playa para practicar la escalada deportiva debido a su geografía rocosa. En verano, es sin duda el lugar perfecto para tomar un baño.
Esta playa es accesible en coche, se puede aparcar en un parking de pago próximo a la playa, aunque este es de tamaño reducido. Hay servicio de salvamento, duchas y aseos, además de un chiringuito.
La presencia de animales domésticos está prohibida durante la temporada de verano, del 1 de julio al 30 de septiembre.

Gulpiyuri
Ubicada también en el concejo de Llanes, al norte de la localidad de Naves, es la playa más oriental de estas 3 y probablemente la más peculiar. Es de arena blanca y mide poco más de 40 metros, pero tiene una característica muy distintiva: es una playa de interior, no tiene salida directa al mar. Y es que el origen de Gulpiyuri se debe a la combinación de una depresión en el terreno y la erosión del mar en los acantilados próximos, dando lugar a este accidente geográfico tan singular.
Antes de ir, es imprescindible mirar las mareas ya que en pleamar se asemeja más a una piscina de agua salada que a una playa y es el único momento en el que hay oleaje. Es ideal para ir con niños en bajamar debido a su tranquilidad. No cuenta con ningún servicio y no es accesible en coche. El acceso es únicamente peatonal y puede realizarse desde Naves. Es tan solo una pequeña caminata de 15 minutos.
Fue declarado monumento natural en 2001. Ideal para amantes de la naturaleza gracias a su interesante geomorfología, fauna y flora.

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