Pocos sitios estamos echando más de menos en estas fechas que Payares. Y es que en estas fechas, hablar de Payares, es hablar de nieve. De esos paisajes blancos en los que niños y no tan niños disfrutan de jugar, tirarse en un trineo o simplemente quedarse pasmados con cómo el paisaje se viste de gala de una forma que hace que el frío merezca la pena.

Qué lejos parecen en estos tiempos los fines de semana en los que marchábamos a la estación de Valgrande-Pajares. La estación de nieve tiene la localización perfecta para ser accesible tanto para la población de Asturias como para la de León, estando a 60 kms de las capitales de ambos lugares.

Este puerto unión entre Asturias y León ha sido durante muchos años protagonista de las fotos más increíbles que se pudieran hacer. Incluso si ibas de paso, yendo de Asturias a León para volver al trabajo o a tu hogar habitual (o viceversa), una parada para hacerle una foto a la nieve, o un selfie con la nieve de fondo era siempre casi obligatorio. Con una sonrisa que hacía juego con el blanco de aquel paisaje.

Hoy en día, primer año en mucho tiempo que no podemos acudir a él, nos quedan los recuerdos, las fotos, la nostalgia por esa mezcla de frito e ilusión por contemplar las montañas de Payares nevadas y aguantar con la promesa de que el año que viene, por fin, podremos volver a disfrutar de ese frío tan cálido.