Maliayo es el nombre que recibía antiguamente el concejo de Villaviciosa, según aparece en numerosos documentos. Los textos medievales aluden a Maliayo son, en su mayoría, donaciones a la Iglesia de Oviedo. También hay un documento del 17 de octubre 1270 en la que el rey Alfonso X concede a los vecinos de la «tierra de Maleaio» una carta puebla, para repoblar «el lugar que dicen Buetes». Se trataba este lugar de un terreno pantanoso, de donde, según el arqueólogo José Manuel González, recibiría su nombre, que indicaría charca o lugar pantanoso. A mediados del siglo XIV es cuando recibiría su actual denominación de Villaviciosa, según una donación de 1321 a la Catedral de Oviedo.

Pese a carecer de noticias sobre un poblamiento previo, ya debía tener cierta importancia en 1295, ya que se le señala como parte de la gran Hermandad General de los reinos de León y Galicia, entidad supraprovincial defensora de los fueros. En 1351, se le señala como un enclave de cierta importancia en la costa asturiana.