En las entrañas de Xixón existe un edificio que ve pasar el transcurrir de la vida en la ciudad en silencio. Situado en la Plaza del Instituto, o popularmente la Plaza del Parchís, el edificio conocido como «La Casa Blanca» guarda expectante la historia más cercana de la ciudad.

La Casa Blanca, una obra racionalista del arquitecto Manuel del Busto, fue concebida en el mismo centro de Xixón, sin saber que pocos años después de su construcción jugaría un papel esencial en la historia de Asturies. Está documentado como uno de los primeros edificios de la ciudad en sustentarse sobre estructura de hormigón, lo que permitió liberar totalmente los muros de su función de soporte.

Sin embargo, lo importante de este edificio, además de que tras la Guerra Civil, el padre del arquitecto se alojó en este edificio, también conocido como Casona, es que fue sede del Gobierno Republicano de Asturies durante un breve periodo en la Guerra Civil, conocido como Consejo Soberano de Asturies y León. Otra curiosidad es que en este edificio se colocó el primer ascensor de Xixón.

Como podemos ver, aunque parezca un simple edificio, las construcciones de una ciudad pueden contarnos parte de su historia y conservar el patrimonio es esencial para ello.