Así como se puede leer en el titular, aunque parezca algo ficticio (y también sacado de un capítulo de los Simpsons), sucedió en Asturies un juicio contra los delfines. Fue en Candás, con documentos que prueban este hecho y que actualmente están en el Archivo Histórico Provincial de Uviéu. El documento original es del 8 de septiembre de 1624 y está firmado por el escribano don Xuan Valdés.

El juicio se produce en un contexto en el que la costa candasina está llena de delfines que comían toda la pesca de los marineros y rompían las redes de los pescadores. Los vecinos, muy cansados de esto, decidieron llevar a los animales a juicio, algo secundado por los de Xixón. Hacía poco tiempo que la Universidá d’Uviéu comenzara sus actividades académicas y escogieron al catedrático de Derecho Xuan García Arias de Viñuela para representar a los delfines, mientras que ellos eran defendidos por el cura de Candás.

Con todo ello, pusieron rumbo a alta mar, acompañados de un escribano y de varios testigos para convocar, censurar y notificar a los delfines el juicio y la sentencia en voz alta. Entre ellos, estaba un clérigo dominico de la Santa Inquisición que les conjuró a que abandonaran la costa y dejaran de hacer daño. Este juicio, que escapa a la racionalidad, ya que parece que, tras leer la sentencia, los delfines no volvieron por la villa pesquera.

Actualmente, el pueblo de Candás reconoce esta historia con una estatua de un delfin en el parque Maestro Antuña y además, este hecho tiene reconocimiento por el cronista oficial de Felipe IV, en un texto escrito 11 años después del suceso.