Situados en la zona central de Asturies, los Valles del Osu conforman todo un espectáculo de valles, desfiladeros, montes, prados y majadas entre los 100 y los 2.400 metros de altitud donde el tiempo parece detenerse para hacerle un espacio a las últimas poblaciones del oso pardo, que disfrutan de la libertad y la complicidad que les brinda la naturaleza de este apartado lugar. Conocido como los Valles del Oso, este territorio está formado por los concejos de Proaza, Quirós, Santu Adrianu y Teberga. Allí podrás conocer enclaves tan únicos como el Parque Natural de Les Ubiñes, el Valle Alto de Quirós o la famosa Senda del Osu. Sumérgete en los Valles del Osu y conoce la naturaleza del oso pardo.

Teixu de Bermiego

Uno de los árboles más antiguos de todo el territorio europeo. Situado junto a la iglesia de Santa María, sus dimensiones llaman la atención con 13 metros de altura, 6,82 metros de diámetro y 15 metros de diámetro de copa. Cuenta la tradición que muy cerca de allí pasaron las reliquias del Arca Santa, en su largo periplo desde Jerusalén hasta la Catedral de Uviéu. Quién sabe…

Banduxu

Esta aldea de apenas 40 habitantes, merece todos estos halagos y muchos más por su arquitectura medieval perfectamente cuidada, unas fascinantes vistas y un paisaje que creció entre longevas tradiciones. Banduxu se alza en la zona central de Asturies, desde lo alto de las montañas que lo rodean se conjuga con el verdor de su naturaleza en perfecta sintonía. La aldea de Banduxu se divide en siete barrios que encarnan como ningún otro sitio la cultura medieval: La Reguera, La Molina, Palacio, Toral, El Barreiru, Antelaiglesias y Campal.

Parque de la Prehistoria

El Parque de la Prehistoria de Teverga es un proyecto original e inédito en el ámbito europeo, un lugar para conocer el pasado y comprender la evolución del hombre, al mismo tiempo que descubrir el origen del arte. Cuenta con cinco cercados de animales con seis especies diferentes. La incorporación de estas especies es una iniciativa que persigue la conservación y la integración de estos animales que vivieron hace miles de años en estos mismos espacios. Así podemos observar en vivo a los animales que ya pintaban nuestros antepasados. 

Iglesia de Santu Adrianu de Tuñón

La iglesia de Santo Adriano fue fundada por el rey Alfonso III y su esposa Jimena en el año 891. Tiene planta rectangular, con tres naves separadas por arquerías de medio punto sobre pilares cuadrangulares de piedra, cubierta de madera a dos aguas y cabecera rectangular triple con bóvedas de cañón, siendo más alta la de la capilla central, sobre ésta se encuentra una habitación solamente accesible desde el exterior, a través de una ventana ajimezada. Los restos decorativos más importantes son las pinturas murales, principalmente en la capilla mayor, contemporáneas de la construcción de la iglesia.