Hoy conocemos la historia de Ángel Muñiz Toca, un prestigioso violinista y director de orquesta que nació en Uviéu en 1903, muriendo en esta misma ciudad en febrero de 1964.

Ángel comenzó sus estudios de violín en el conservatorio ovetense, finalizándolos gracias a una beca de la Diputación Provincial en el Conservatorio de Madrid, donde obtuvo el Premio Sarasate. Con una pensión marchó a estudiar a Colonia, donde se espacializó en música de cámara y análisis de las formas musicales para instrumentos de arca y viento. En Colonia dio diversas conferencias sobre la música española. En su regreso a Uviéu, fue nombrado profesor numerario de violín en el Conservatorio, centro que dirigió desde 1952 hasta su fallecimiento, consiguiendo que aumentase su profesorado con nuevas disciplinas instrumentales, y que se concediese el grado superior a los estudios de piano, además de varias becas para los alumnos más destacados. Escribió un método de violín que tuvo gran éxito. En el terreno orquestal, fue director de la Orquesta Sinfónica Provincial de Educación y Descanso desde 1943, y dio con esta agrupación más de 600 conciertos, renunciando a una carrera internacional de concertista de violín por su dedicación a la dirección.

Fue invitado a dirigir la Sinfónica y la Filarmónica de Madrid, además de estar en el podio de importantes orquestas extranjeras, como la del Maggio Musicale Fiorentino. En sus giras como director visitó Italia y México. En la divulgación cultural, fue director de la Cátedra de Cultura Musical de la Universidá d’Uviéu, a la que llevó figuras de relieve artístico, nacionales y extranjeras. Al inaugurarse la Sala Arriaga, pronunció una conferencia en dicho acto.

Para llevar la música a todos los públicos, organizó conciertos en fábricas, minas, talleres y residencias de jóvenes, y fundó una Orquesta infantil que dio varios conciertos. El 24 de enero de 1961 ingresó como miembro de número del Instituto de Estudios Asturianos, con el discurso Vida y obra de Eduardo Martínez Torner. Recibió numerosos homenajes, y estaba en posesión de diversos títulos y condecoraciones como reconocimiento a sus méritos.