La parroquia de Cadavéu (Valdés) ha sido galardonada con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2022, según hizo público hoy en Uviéu el jurado encargado de su concesión.

El jurado de este Premio –convocado por trigésimo tercer año consecutivo por la Fundación Princesa de Asturias– estuvo presidido por Francisco Rodríguez García e integrado por Cristina Álvarez Mendo, Amada Álvarez Pico, María Cardín Blanco, Nicanor Fernández Álvarez, Felipe Fernández García, María Fernanda Fernández Gutiérrez, Begoña Fernández-Costales Muñiz, Pablo García Esteban, Adolfo García Martínez, Francisco González Orejas, Juaco López Álvarez, Ramón Rodríguez Álvarez, Jorge Suárez Díaz, Graciela Valle Fernández, Consuelo Veiga García y Fernando Delgado Álvarez, secretario del jurado.

La parroquia de Cadavéu se halla en la rasa marina, dentro del Paisaje Protegido de la Costa Occidental de Asturias, a dieciocho kilómetros de Luarca (capital del concejo) e integrada por el núcleo que le da nombre y las aldeas de Vil.lamouros y Ribón. Sus 435 vecinos sostienen una escuela rural abierta (datada en 1923) con matrícula en aumento, y se acrecienta el número de residentes en verano por ser destino turístico con la playa de La Ribeirona como paisaje natural destacado. Primitivo puerto ballenero que sufrió el ataque normando, fue lugar de paso del Camino de Santiago (de las Palancas y Real de las Ballotas) hoy identificado como del Norte y dispone de albergue público de peregrinos. Diversos emprendedores dinamizan la economía en la que destaca el negocio maderero, pero también el metal o la construcción, que secundan la tradición agropecuaria y pesquera.

En su caserío despunta una torre medieval convertida hoy en hotel, así como alguna casona entre viviendas tradicionales que combinan en sus cubiertas teja y pizarra, junto a las que se yerguen aún hasta ochenta y nueve hórreos y treinta y cuatro paneras. Molinos, fuentes, lavaderos y puentes completan la nómina de su característica construcción popular. La migración americana se refleja en cuidados ejemplos de arquitectura indiana como la Casa Roja, la Casa Rico, el chalé de Juan de Caborno o Villa Hilda. La gastronomía presenta dos productos característicos: la rapa (torta de harina de maíz con productos del cerdo cocida al horno) y la alfilada (bollo de Pascua dulce que regalaban los padrinos a sus ahijados), ambos de connotaciones festivas.

En el fotogénico campo de La Garita se celebra el último domingo de agosto una multitudinaria fiesta con noventa años de historia, La Regalina, considerada de Interés Turístico Regional. La capilla que cobija a la rescatada Virgen de Regla, así como el diseño de la fiesta en ese enclave –como manifestación mariana, integración de las tradiciones de Asturias (música, diversos bailes y pregón) y vindicación lingüística– se deben al padre Galo (1884–1939), religioso nacido en la parroquia, conocido por su seudónimo literario Fernán Coronas, que destacó en la recuperación de la “faliel.la”, el asturiano característico de esta área en el que desarrolló su creación poética. Su casa natal es el centro cultural de la parroquia y futura sede del Centro de Traducción al Asturiano de la Consejería de Educación.

La Sociedad Popular, Cultural y Recreativa de La Regalina se constituyó en 1953 para gestionar este legado y es el eje de las actividades culturales y lúdicas del pueblo (San Antonio, El Carmen y otras), asentándose en el antiguo Casino que rehabilitaron a tal efecto. A instancia suya el hórreo de La Regalina, icónico por su posición y rol festivo, fue salvado en 2021 gracias a la movilización ciudadana tras un grave desprendimiento. En agosto de ese año la Sociedad Popular La Regalina fue nombrada “Asturiano del Mes” por el periódico La Nueva España. La articulación social es pujante con agrupaciones como la Junta Parroquial, la Asociación de Vecinos de la parroquia de Cadavéu, Cadavedo Rural, la Asociación La Paradiel.la, etc., y refleja la implicación y el trabajo vecinal en aspectos paisajísticos y urbanísticos ‒de consumo responsable‒ en ese enclave singular, proporcionando también una variada actividad cultural y deportiva, donde destacan el Mes del Teatro, el Premio de Poesía en Llingua Asturiana Fernán Coronas y la Semana Cultural del Padre Galo, entre otras.

El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar “al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes”.

Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias. Su dotación económica es de veinticinco mil euros.

Este galardón es entregado cada año por Sus Majestades los Reyes —acompañados desde 2019 por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía—, durante la jornada posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que se celebran en Oviedo en la segunda quincena de octubre.

En esta edición concurrían un total de 29 candidaturas.