Asturies está llena de increíbles parajes y formaciones naturales, creadas lentamente durante siglos para llegar a la situación actual, donde hoy disfrutamos de su belleza. Por eso, hoy os traemos la Cueva de la Iglesiona, una formación natural en el concejo de Cuideiru que no puedes perderte.

Un paraje de ensueño

El Cabu Vidíu, en Ouviñana, concejo de Cuideiru, es uno de los lugares más bonitos de la costa asturiana. Sus acantilados verticales de más de 80 metros de altura solo los superan los del Cabu Peñes. La cara este del cabo es la más espectacular de todas y es en ella donde los acantilados alcanzan la mayor altura y verticalidad, dejando imágenes de postal.

La Cueva de la Iglesiona

Pero además de la gran belleza del cabo y de las vistas desde este, uno de sus mayores atractivos se esconde en su interior, pasando desapercibido para la gran mayoría de la gente que visita este lugar, dado que nada hace indicar que esta joya se encuentra bajo sus pies. Justo debajo del faro se encuentra una de las mayores y más espectaculares cuevas marinas de la costa asturiana, la Iglesiona.

Para acceder a la cueva desde tierra hay que descender por el acantilado de la cara oeste siguiendo un camino estrecho y empinado que al final tiene un desplome de un par de metros que hay que descender con la ayuda de una cuerda. La entrada a la cueva se hace por una pequeña boca que queda descubierta con bajamar. Tras pasar un pequeño túnel, la cavidad se abre para dejarnos ver la impresionante cúpula circular que alcanza los 60 metros de altura.

Para visitar la cueva ha de hacerse a poder ser con la mar en calma, ya que está muy expuesta a las inclemencias de esta. Hacia el oeste, una de las tres entradas de la cueva se abre para dejar ver parte de la costa occidental de la costa de Cuideiru y al fondo el concejo de Valdés.