En el oriente asturiano, escondida entre montañas y bosques, se encuentra Vallimoru. Este rincón mágico, actualmente deshabitado, forma parte de la parroquia de Tarañes, en el concejo de Ponga. Aunque hoy en día sus casas están vacías, Vallimoru sigue atrayendo a senderistas, viajeros y amantes de la naturaleza que buscan descubrir un paisaje auténtico, salvaje y con un encanto único.
Situado a una altitud aproximada de 700 metros, Vallimoru se encuentra dentro del Parque Natural de Ponga, un espacio protegido reconocido como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Esto significa que su entorno natural tiene un valor ecológico excepcional. Aquí la vegetación, la fauna y la geología conviven en un equilibrio perfecto. El pueblo, que en el pasado llegó a tener vida agrícola y ganadera, se fue despoblando poco a poco hasta quedar vacío. Sin embargo, su emplazamiento lo convierte en un lugar ideal para quienes desean descubrir una Asturias diferente: auténtica, silenciosa y rodeada de naturaleza en estado puro.
Cómo llegar a Vallimoru
El acceso a Vallimoru puede hacerse de dos maneras principales:
Por pista desde Tarañes
Desde la aldea de Tarañes, parte una pista de unos 10 kilómetros (PR.AS-214) que atraviesa collados, bosques y praderías antes de llegar a Vallimoru. Esta pista ha sido acondicionada recientemente para mejorar la conexión y facilitar la llegada tanto a pie como en bicicleta de montaña.
Ruta de senderismo desde La Pesanca (Piloña)
Para los senderistas más experimentados, existe una ruta que parte del Área Recreativa de La Pesanca y atraviesa el collado Traslafuente. Son aproximadamente 20 kilómetros (ida y vuelta), con un desnivel cercano a los 1.250 metros. Se trata de una excursión exigente, pero que recompensa con paisajes espectaculares y la emoción de llegar a un lugar remoto.
Ambas opciones ofrecen la posibilidad de disfrutar de la belleza natural de Ponga y de la emoción de visitar un pueblo deshabitado en pleno corazón de la montaña asturiana.
Qué hacer en este pueblo deshabitado
Aunque Vallimoru ya no cuenta con habitantes ni servicios, es un destino lleno de atractivos para quienes disfrutan del turismo rural y de naturaleza. Explorar las casas y prados abandonados y pasear entre sus construcciones de piedra es como viajar atrás en el tiempo, imaginando cómo fue la vida de sus antiguos pobladores.
También puedes disfrutar del silencio absoluto, ya que Vallimoru ofrece un remanso de paz, perfecto para desconectar del mundo moderno. Para los amantes de la fauna y la flora, el entorno del Parque Natural de Ponga es hábitat de corzos, jabalíes, águilas y una gran diversidad de aves y plantas autóctonas. Por último, los paisajes montañosos, los bosques y los collados cercanos convierten a Vallimoru en un lugar ideal para los amantes de la fotografía de naturaleza.

Otros planes cercanos a Vallimoru
Visitar Vallimoru es una experiencia inolvidable, pero el concejo de Ponga y sus alrededores ofrecen muchos otros planes que completan una escapada perfecta en Asturias. A pocos kilómetros se encuentra el Bosque de Peloñu, considerado uno de los hayedos mejor conservados de Europa. Sus senderos invitan a recorrer kilómetros entre árboles centenarios, especialmente espectaculares en otoño, cuando el paisaje se tiñe de tonos dorados y rojizos.
Otro lugar imprescindible es el mirador de San Xuan de Beleño, desde donde se contempla una panorámica excepcional del Parque Natural de Ponga y de los Picos de Europa. Muy cerca, el propio pueblo de Beleño, capital del concejo, conserva la esencia rural asturiana con calles empedradas y casas tradicionales. Para los amantes de la aventura, el río Seya y el río Ponga ofrecen descensos en canoa y barranquismo, actividades muy populares entre quienes buscan combinar naturaleza y adrenalina. También se puede disfrutar de rutas más suaves, como la que conduce al Puente Romano de Sellaño, un rincón con mucho encanto.
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