Ponga, declarado Parque Natural y Reserva de la Biosfera, es un paraíso para el turismo activo. A la gran riqueza de opciones para hacer senderismo, en lugares como el fayedal de Peloño, ha sumase la posibilidad de disfrutar las aguas bravas y practicar rafting o barranquismo en los cañonesa de Vibuli y Carangres. Si lo que preferimos es el arte, el patrimonio y la etnografía, siempre queda la opción de visitar el Ecomuséu de Beleñu, dedicado a la madera y alojado en la capital, San Xuan de Beleñu, ir a las ermitas de Ventaniella o Arcenoriu, al palacio de Sobrefoz, al señorío de Cazu o a las aldeas de Tarañes o Viegu. Ponga recoge todo lo que necesitas para disfrutar del territorio. Aquí, te enseñamos en profundidad algunos sitios que puedes visitar:

Desfiladero de Los Beyos

El río Seya parte en dos el terreno calizo formando una espectacular y estrecha garganta conocida como el desfiladero de los Beyos. Así, el desfiladero transcurre durante 12 kilómetros con los pueblos situados en la margen izquierda del Seya, que se denominan pueblos beyuscos. Con ese nombre se denominan también a sus hórreos, es decir, hórreos beyuscos. Son poblaciones de localización complicada pero de gran belleza y con características arquitectónicas propias como los hórreos, construidos con el tejado a dos aguas en vez de a cuatro, como suelen ser en el resto de Asturias.

Bosque de Peloñu

Con una extensión de unos 15 kilómetros cuadrados, es considerado uno de los hayedos mejor conservados en España actualmente. Aunque el haya es la especie predominante, también podemos encontrar buenos ejemplares de robles o acebos. En las zonas altas abunda el enebro rastrero y el arándano entre otras especies. Así, el Monte de Peloñu, como el de La Salguerosa o Ventaniella, acabaron convirtiéndose fundamentalmente en hayedos, con muestras notables en su interior, como el Roblón de Los Bustiellos o el acebal de Les Llampes, de otras formaciones boscosas. El frondoso bosque y los profundos valles conforman el hábitat ideal para la fauna autóctona como jabalíes, corzos, venados y rebecos. Destaca la presencia esporádica del oso pardo y aves en peligro de extinción como el urogallo, el pito mediano y el pito negro.

Casielles

Para los amantes del ciclismo, en la carretera que sube hasta el desconocido pueblo de Casielles encontrarán el Alpe d’Huez asturiano. Son 23 curvas de herradura las que nos llevan al cielo de Ponga. Casielles es uno de los pueblos beyuscos que aun permanece habitado y que merece la pena visitar, ya sea en bicicleta, en coche o caminando.