En el pueblo de Vedrine, municipio de Trilj, en la Dalmacia croata, lo mismo
que en otros pueblos y municipios vecinos, como el de Otok, se celebra un carnaval,
alrededor del 15 de febrero, en el que pueden verse las figuras del “Didi”, que son muy,
muy semejantes, a las de los guirrios. Se representan como si fueran ovejas, un rebaño,
la oveja negra, los machos, llevan cucuruchos hechos con pellejos de oveja rematados
en cuernos, asemejando carneros, y rabos. Los trajes están hechos con muchas cintas de
colores. Los cucuruchos, de sobre metro y medio de altura, los llevan sujetados con un
palo para que aguanten derechos, y van haciendo sonar cencerros. Además, van junto a
la representación de La Vieja, que lleva su huso de hilandera, y que es símbolo de
antiguas divinidades vinculadas a la Madre Tierra creadora, el invierno, la nieve, etc. En
los desfiles y procesiones puede verse la teatralización de la fertilidad entre las máscaras
Didi, los machos cabríos, y La Vieya, el ciclo anual de morir/renacer, lo viejo y lo
nuevo, la vieja/moza, Demeter/Persefone, invierno /primavera.

Foto de Vedrine, Croacia.

En Eslovenia, en Ptuj, se conoce la figura del Kurent, con las mismas ideas,
llevar cencerros en un cinto, traje con cintas de colores, y pellejos de oveja.

Representación del Kurent esloveno.

En Sardinia existen otras mascaradas vinculadas a este ámbito, los Mamutzones
de Samugheo, que depende de la población pueden llamarse también Su Maimulu o
Maimones. LLevan pellejos de oveja negra y cabras.

Detalles de mamutzones de Sardinia

En Euskadi, en los pueblos navarros de Ituren y Zubieta, existe el personaje del
Ioaldun, que va vestido de pellejos con cencerros, cucurucho rematado con plumas de
faisán y cintas de colores, y un látigo hecho de cola de caballo. Salen en la última
semana de enero.

Para Cantabria, en el festejo de La Vijanera, en Silió, se conoce otro carnaval en
el que aparecen personajes vestidos con pellejos y cencerros, los zarramacos o
zamarrones.

Existen muchos otros ejemplos, y entre ellos hay que meter a las figuras que
aparecen como diablos, y seres maléficos cornudos, ya que suelen ser variantes de
machos cabríos demonizados por el cristianismo, como el Krampus en los países
alpinos, que representa el mal, como lo contrario de San Nicolás.