Una buena manera de conocer más a fondo el pasado y las historias de Asturies, es adentrándose en una de estas tres opciones de ruta que ofrecemos a continuación. En estas podrás conocer desde costumbres del pasado hasta monumentos funerarios.

PEÑA DE LOS CUATRO JUECES

Peña de los Cuatro Jueces

Entre los concejos de Xixón, Villaviciosa, Siero y Sariegu hay una pequeña sierra denominada la llomba de Riosecu, de 735 metros de cota máxima. Su mayor altitud es el Picu Fariu, que consta de dos cumbres, una cima y una cimera. En la cima hay un repetidor de la compañía Telefónica.

La llomba de Riosecu tiene al sur la vega y la loma de Sariegu. Al este el cordal y valle de Pión. Al oeste la sierra de Valdornón-Deva y el valle de Riosecu. Y al norte los montes de La Olla y Curbiellu, así como parte del valle de Riosecu-Brañaberniz. 

Sus principales alturas son el Fariu, Curiscau, El Llagón, la Cabaña del Marqués, Mirabete y la Peña de los Cuatro Jueces. En este último lugar se celebra ahora la fiesta anual de confraternización entre municipios. Esta tradición fue rescatada en el año 1983 por el programa de educación ambiental “Recreo en la Naturaleza” del Ayuntamiento de Xixón.

Entrada la primavera se reunían en ese lugar los alcaldes y vecinos de los concejos limítrofes para tratar asuntos de su competencia. Los alcaldes se sentaban cada uno en terrenos de su jurisdicción, en torno a una peña plana que servía de mesa, por lo cual se le denominó también Mesa de los Cuatro Alcaldes. Su nombre originario es Peña de los Cuatro Jueces, desde que se juntaron en este lugar cuatro sabios o “jueces” para delimitar los territorios. Hay quien cree que esa zona pudo ser un campo de dólmenes.

En ese lugar hay ahora una especie de “mesa” o peña dolmitica, en recuerdo de lo que había antaño. También una gran piedra en cada extremo, ocupando cada una un territorio de los cuatro concejos. Este punto geográfico se encuentra a 662 metros de altitud sobre el nivel del mar y es la costa más alta del concejo de Xixón. Está situado encima del pueblo de Argañosu, en el lugar donde confluyen las sierras o cordales de Pión y Valdornón-Deva con la llomba de Riosecu, y muy próximo al citado Picu Fariu.

Hay muchas rutas para llegar a esta montaña, pero se destacan las siguientes por su facilidad:

– Primera ruta: por el collado de La Fumarea, situado en la carretera local que va por Pión a Sariegu y a La Pola Siero (AS-331). En este collado hay ahora un ramal que va hasta el citado repetidor de Telefónica de España y a la concentración ganadera Picu Fariu. Desde ese lugar se puede ir paseando tanto a la cimera del Fariu, como a la Peña de los Cuatro Jueces. También hay un camino que va en dirección noroeste hasta Valdornón y Caldones, en un par de horas.

– Segunda ruta: por Argañosu (AS-331), pueblo perteneciente a la parroquia de Candanal (Villaviciosa), aunque antes era de la de Pión. De este pueblo parte una pista o camino carretero que asciende al alto de La Llomba. Arriba se pueden tomar varios ramales de la pista, uno va al sur, hasta la Peña de los Cuatro Jueces. Otro ramal va al norte hasta las cabañas de Estrada o del Marqués, en la zona del Llangón. En esta zona parece ser que había antiguamente un lago y un campo de dólmenes o túmulos funerarios de la Edad de Bronce. Este camino desciende al valle de Riosecu y Brañaverniz.

–  Tercera ruta: por Vega y Caldones o Valdornón (AS-248). A través de carreterinas o pistas que suben por el valle de Riosecu y alto de Les Bobies. Desde donde se puede ir a la Peña de los Cuatro Jueces.

En este monte hay pequeños bosques, fundamentalmente pinares, donde se refugian algunos corzos, zorros, ardillas, mustélidos y aves.

PEÑA TÚ

Peña Tú

Si salimos de la capital de Llanes en dirección a Unquera por la carretera nacional 634, se llega a Puertas de Vidiago. Aquí se encuentra el famoso ídolo de Peña Tú, el cual es importante visitar mediante una pequeña ruta a pie. Este prehistórico monumento funerario de la Edad de Bronce, se alza en el extremo noroccidental de la Sierra Plana de La Borbolla, junto al pueblo de Puertas.

Esta ruta se realiza en algo menos de una hora por un marcado camino ascendente, entre un pequeño bosque de pinos y otras especies arbóreas. Hábitat natural de zorros y mustélidos (comadrejas, tejones, turones, garduñas, etcétera), así como aves y reptiles my variados. Toda la zona es de una gran belleza natural y especial misterio. Mientras caminamos, la subida a Peña Tú es una peregrinación al pasado, y a lo oculto de la Historia.

Antes o después de la visita podremos ir al nuevo centro de información, interpretación y recepción de visitantes de Peña Tú. Ahí mismo se puede dejar el vehículo, pues se construyó un amplio aparcamiento. La ruta de subida, bien marcada desde allí, cuenta con dos itinerarios complementarios. También hay otros, no señalizados por ahora, que podrían servirnos para recorrer toda la Sierra Plana de La Borbolla, por ejemplo de oriente a occidente. Pero esto mejor con guía si no se conoce el lugar.

Al ídolo de Peña Tú los lugareños antes lo llamaban la Cabeza del Gentil o Peñatu. En los Apeos de Cepeda se conoce con el nombre de Peña Atuna. Se trata de un gran monolito de arenisca en el que se ven unos misteriosos grabados pintados en rojo. Estos parecen presentar a un ídolo de una civilización desconocida (hay quien piensa que «venida de las estrellas»). Junto a él se encontraron 36 túmulos funerarios hoy ya desaparecidos. Se ven, por ejemplo, además del ídolo, un puñal, unos animales y figuras de personas, grabados en la piedra y pintados en parte. 

La ruta de subida no representa problemas. Hay varios cruces en el camino, pero están señalizados. El primero es un pendiente atajo, siendo más aconsejable el ramal derecho, si no queremos fatigarnos. En el segundo cruce puede ser mejor ir por el izquierdo.

Las panorámicas que se contemplan desde Peña Tú pueden ser fantásticas, tanto de la costa, como de la montaña y los valles interiores. Al norte está el Mar Cantábrico y al sur la sierra de Cuera. En otoño se podrían ver incluso los afamados bufones de la costa llanisca, entre otros fenómenos naturales marinos.

En toda esta zona hay historias y leyendas que hablan de tesoros fabulosos enterrados en las inmediaciones de este ídolo. Peña Tú es la primera representación pictórica rupestre al aire libre descubierta en toda la región cántabro-asturiana y es Monumento Nacional. Su tutela y conservación están ahora en manos de un equipo de expertos arqueólogos e historiadores, dirigidos por el prestigioso científico Miguel Ángel de Blas.

A poca distancia, siguiendo por la carretera nacional, está el pueblo de Vidiago, con el título Santa María de la Paz. Debe su nombre a los abundantes viñedos que en otro tiempo poseía esta zona, y que los lugareños denominaban vidias. Por este lugar pasaba la ruta costera a Santiago de Compostela, construida sobre un camino histórico, o afamada calzada romana, conocida como la Vía Marítima de Agripa. En esta localidad hay numerosos artesanos dedicados a la fabricación de madreñes y praderes.

Vidiago es famoso por los citados fumeros o bufones. Estos son en realidad chorros de agua, que al colarse por grutas naturales al píe de los acantilados, salen a la superficie por los prados cercanos a la costa debido a la fuerza del oleaje. Se pueden ver bien en varios lugares de la costa de Llanes y Ribeseya, como en Pría, Gulpiyuri, además de en Vidiago.

Como decíamos, Peña Tú y toda la Sierra Plana de La Borbolla, es un buen mirador natural de este curioso y afamado fenómeno de la costa oriental asturiana, en días de fuerte marejada y a pleamar.

DOLMEN DE MERÍAS

Dolmen de Merías

En Tinéu se conjugan la naturaleza pura y la belleza monumental, así como la rica ganadería y la abundante fauna salvaje, los dólmenes y los yacimientos auríferos o el arte sacro y los antiguos caminos reales o vías romanas.

Hay muchos lugares para visitar en este concejo: desde la fana de Xinestaza y el hermoso y monumental pueblo de Tuña, hasta el aurífero Navelgas, pasando por los dólmenes de Merías y El Varadal, los monumentos naturales del carbayu de Valentín y la fayona de Eiros, la casa del Puerto y el alto de Bustel.lán, con afamadas brañas vaqueiras, o el casco histórico de la capital y su entorno, así como el Museo de Arte Sacro de San Pedro. En sus montes y bosques abunda la fauna silvestre, destacando los osos, lobos, corzos, jabalís y urogallos. Tinéu es aún poco conocido, en especial las sierras de La Cabra y de Merías. A esta última, para visitar su afamado dolmen, nos referiremos.

Una buena ruta se puede iniciar cerca del hermoso pueblo de Tuña. Encaminándonos desde él al no menos bello y típico pueblo de Merías, al cual se accede bien por la carretera comarcal AS-310, de Puente Tuña a Courias y Balmonte de Miranda, por Bueinás. Nada más dejar Tuña se pasa junto a un antiguo puente y en unos kilómetros se llega a la localidad de Merías.

Nada más entrar en el pueblo encontramos una placa colocada en una placita y adosada a una típica panera (de ocho pegollos). En agradecimiento a su benefactor y buen abogado gijonés, que les defendió hace tres lustros en sus justas disputas por temas ganaderos y pastoriles. La placa en cuestión reza así: «Plaza del abogado Francisco Prendes Quirós». ¡Maravillosa manera de empezar la caminata para nosotros!

Dejando el vehículo junto a la iglesia parroquial, se sube por una caleya, después pista, que va va a La Braña la Carbayal, situada casi al pie de Picu Colines. La ruta de subida es fácil, igual si se va por sendero que por pista. Los vecinos de Merías, siempre atentos, nos pueden orientar bien antes de la salida del pueblo. En la ascensión, se pasa por las cercanías de Tueres y los restos de una antigua explotación ganadera, con varias cabañas o casamatas aún en pie. En una hora aproximadamente, a paso tranquilo, se corona el alto donde se encuentra el afamado dolmen, junto a una cabaña. Esa zona se conoce como la colina de Las Cabanas y está en la llamada sierra de Merías, límite de los concejos de Tinéu y Balmonte de Miranda, en las estribaciones de la sierra de Peña Manteca.

Del dolmen de Merías se cuenta varias leyendas, como que lo trajo una mora sobre la cabeza o el cuento de la gallina y los doce polluelos (o pitinos) de oro. Este monumento funerario estaba formado antiguamente por cuatro ortostatos o columnas de piedra, una de las cuales ha desaparecido. Estas sostienen una cubierta de casi tres metros cuadrados, en cuyo interior hubo una cámara funeraria (expoliada, como suele ser normal en restos del pasado).

El paisaje es de hermosas vistas panorámicas. Al fondo altas sierras y abajo profundas gargantas. El río Narcea, bello y puro a nuestros pies. Al este, en la sierra de Bixega, las explotaciones mineras de oro de Bueinás, o Bixega.