En la capital asturiana estamos acostumbrados a recibir todos los años al rey de España. Pero pocas veces tenemos la oportunidad de recibir un rey de los de verdad, de los que consiguen ese título por mérito propio y no de forma hereditaria. En 1992, durante las fiestas de San Mateo de Oviedo/Uviéu, tuvo la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores showman de la historia del espectáculo: Michael Jackson.

            Y es que el año de las olimpiadas de Barcelona o de la Expo de Sevilla, en Uviéu quedará marcado en los corazones de muchos ovetenses como el año que tuvieron la oportunidad de disfrutar en directo de un concierto del mismísimo rey del pop. El tour Dangerous, que paró en varias de las ciudades más importantes del mundo, fue uno de los espectáculos que entró dentro de la agenda cultural que ofreció el ayuntamiento de Uviéu para las fiestas de San Mateo del año 1992. El concierto tuvo lugar en el estadio Tartiere de la capital.

Foto de @Histoviedo

            El tour, que promocionaba el disco del mismo nombre, abría, al igual que el álbum, con la canción “Jam”, tras tener a Michael parado en silencio frente a los espectadores durante unos minutos. También incluyó varias canciones de este mismo álbum como “Heal the World” o “Will you be there”, que se incluyó en la BSO de la película Liberad a Willy.

            Pero sin duda el momento sorpresa del concierto fue al interpretar la canción “Black or White”, en la que apareció sin previo aviso nada menos que Slash, el guitarrista de los Guns and Roses. Durante la canción, Slash, con su inconfundible vestuario, pude hacer alarde de su habilidad en la guitarra en el clásico punteo de “Black or White”. Un momento épico que queda para la historia.

Michal Jackson y Slash interpretando «Black or White» en Oviedo/Uviéu

             Por supuesto, no faltaron algunas de las canciones más clásicas del cantante como “Billie Jean”, “Smooth Criminal” o el mítico “Thriller”, que cantó con su coregrafía habitual rodeado de zombies, como no podía ser de otra manera.

            Al final del tour, con la canción de “The Man in the Mirror” de fondo, Michael se colgó un cohete a su espalda, abandonando así el Tartiere y Uviéu. Una noche que Asturies no olvidará jamás.