En el género Ophrys se incluyen aquellas plantes cuyas flores imitan en color, forma o incluso olor, a las hembras de diversos insectos, generalmente abejas solitarias. Este género pertenece a la familia de las Orquidáceas, popularmente conocidas como orquídeas, que al contrario de lo que mucha gente piensa viven desde el Ecuador hasta los círculos polares Artico y Antártico. Cuando los machos de las abejas encuentran una de estas flores, muchas veces atraídos por su olor, creen estar en presencia de una hembra de su especie y tratan de aparearse con ella. Gracias a la presión que produce el cuerpo del insecto sobre la flor durante la falsa cópula, se acciona un mecanismo por el cuela la planta vacía sobre el insecto sus sacos polínicos. La abeja, impregnada de polen, saldrá en busca de una nueva pareja y en el caso de que esta sea otra flor de la misma especie se producirá la polinización. En muchas especies tropicales de estas Orquídeas la imitación llega a ser tan perfecta que su reproducción va a depender exclusivamente de una única especie de abeja.

En Asturies tenemos cuatro representantes del género Ophrys, todas ellas muy raras en la naturaleza, aunque por su singularidad es frecuente encontrarlas como plantas ornamentales en jardines. La más conocida es la hierba de la abeja, Ophrys apifera, que mantiene una importante población en las dunas de la playa de Rodiles, anqune también se la encuentra en otras zonas. Las moscas, Ophrys sphegoides y Ophrys scolopax, que también prefieren los terrenos calizos de montaña.