Hablar de la música tradicional asturiana es hablar de la gaita. Junto a la sidra son dos de los iconos que identifican la cultura asturiana y sus más bellas tradiciones.

Orígen e historia

Oriente Medio puede ser el origen de este instrumento y no Europa occidental como se cree. La invasión romana puede ser uno de los causantes de la entrada de la gaita en Asturies pero no se hallaron hechos arqueológicos que lo corroboren totalmente. Hasta la Edad Media no tenemos constancia de la gaita en Asturies. El capitel de la iglesia de Santa María de la Oliva, del siglo XIII es el primer documento donde aparece reflejado este hecho. Sin embargo, es evidente que antes de esa fecha ya se tocaba la gaita en Asturies. En la sillería de la Catedral de Uviéu (s. XV) también aparece una gaita en pruebas documentales como miniaturas o documentos eclesiásticos.

La figura del gaitero como icono de la música tradicional asturiana es clave en su desarrollo, asistiendo a concursos y giras de gaiteros asturianos tanto por la península como por el resto del mundo.

Estructura de la gaita

Las partes que la componen, son estas:

El soplete, el tubo por el que se sopla para introducir el aire. El punteru, es donde van los agujeros para tocar las diferentes notas. Es como una flauta. Su peculiar sonido se debe a una lengüeta doble llamada payuela o paḥuela.

El roncón, es el tubo que produce el sonido bordón, el cual está afinado dos octavas (más grave) por debajo del puntero. Se monta en tres partes, que se ensamblan: la prima, la tercia y la copa. El sonido ronco lo produce un pequeño tubo, originalmente de caña y en la actualidad de fibras sintéticas y en ocasiones una lengüeta metálica conocida como payón. Quizá sea el roncón la parte de la gaita que más diferencias plantea respecto a los otros tipos de gaitas, sobre todo por el número de ellos.

El fuelle, La bolsa que se aprieta para que salga el aire hacia el puntero. Siempre fueron de piel pero en la actualidad se usa piel sintética.

La gaita asturiana en nuestros días

La gaita ha cambiado en su aspecto y funcionalidad desde finales del siglo XX donde se produjeron bastantes modificaciones en su estructura, pero la tipología se ha mantenido. Por otro lado la proliferación de bandas de gaitas es muy destacable. Festivales como el de Lorient, con casi un millón de asistentes cada año, certámenes dentro de Asturies, eventos de importancia donde sale a relucir este instrumento tan emblemático hacen que no se pierda la música tradicional asturiana y el desarrollo de la gaita previendo así un futuro alentador para un instrumento tan antiguo como propio y querido.