En las cercanías de los Picos de Europa hay muchos lugares aún por descubrir su belleza. Uno de estos “paraísos perdidos” es La Garganta del Río Casaño (Concejo de Cabrales). Es un recorrido donde las aguas cristalinas del río se introducen en las rocas creando un rumor constante. También podremos disfrutar en esta ruta de antiguas cuevas donde se guardaba el ganado y gallineros de antaño.

Para comenzar esta ruta podemos partir desde el pueblín de La Molina y allí buscar la capilla de la Virgen de la O donde se indica el comienzo de esta senda. Daremos pistoletazo de salida a la senda atravesando un puente de piedra, el puente romano Pompedro (por ese lugar cruzaba la Calzada o Camín del Rey, que unía los actuales concejos de Onís y Cabrales). Unos metros más adelante encontraremos otro puente de hormigón que nos conducirá hasta la zona derecha del río por la que transitaremos durante un buen rato siguiendo un camino estrecho pero cómodo que nos hará topar con el puente Escobín.

No dejaremos de caminar hasta encontrar un nuevo puente, esta vez el puente Mineros, que nos vuelve a colocar al lado del río y final del recorrido. Cualquier punto junto al río es bueno para tomar un respiro, disfrutar de las vistas, el sonido del agua y el juego de luces que se proyecta con el verdor y retomar nuestro regreso.

Aconsejamos realizar la vuelta por el mismo camino que la ida y destacamos finalmente que recorreremos una zona donde hay nutrias, tejones, ardillas, zorros, corzos así como multitud de aves donde destacan el mirlo acuático y el martín pescador. Un bonito paseo para disfrutar del aire libre y la naturaleza.