Una ruta fácil y de extraordinaria belleza nos conduce al Lago Ubales, situado en el concejo de Casu. A este se puede acceder tanto por Asturies y también por León partiendo de las cercanías del puerto de San Isidro. Está situado encima del Parque Natural de Redes, Reserva de la Biosfera.
Por tierras asturianas se puede llegar a él a través de empinados caminos partiendo de los pueblos de Caliao, La Felguerina o Bezanes. Para ello hay que emplear varias horas en la fuerte subida. Aunque por La Felguerina y La Infiesta es a través de una vieja calzada romana, ahora pista para todoterrenos, que puede resultar algo más suave.
Desde la parte leonesa de San Isidro se toma una pista todoterreno a un kilómetro de la estación invernal, en una curva junto al puente que atraviesa el río Los Fornos antes de llegar al pueblo de Isoba. Este camino nos llevará cómodamente, en una hora, hasta el Collado Acebal, límite de tierras astures y leonesas. La pista, ancha y de unos cuatro kilómetros de longitud, es conocida con el nombre de Wamba. Parece ser que fue una antigua vía militar romana o medieval de penetración en Asturies.
En el Collado Acebal, tendremos al este, la peña del Viento. Al sureste, La Rapaína. En el oeste, los puertos de Contorgán. Hacia suroeste el Picu Valmartín, y más alejado, el cimeru Picu Torres. Por el norte se alza el Picu Cascayón (o Fornón). Y abajo al noroeste la majada y cueva de Valdebezón, así como el bosque de Redes y la vega de Brañagallones. En este collado hay un refugio de cazadores o guardas.
Para llegar a las orillas del Lago Ubales se puede coger el sendero que parte del citado refugio de caza. Bordeando el Cascayón, nos lleva en un cuarto de hora a un colladín, desde el que se ve muy bien el bosque de Redes. Desde él se toma un sendero que desciende a la izquierda hasta el mismo lago, bordeando por un pedrero la vertiente noreste del citado Cascayón. En una media hora se llega a orillas del Ubales, con cierta precaución al rodear el pico por las piedras sueltas.
Este lago en época estival no suele tener mucha agua y en invierno puede estar totalmente congelado y cubierto de nieve. En primavera o época de lluvias sí puede llegar a los casi cuatro metros de profundidad y a unos doscientos metros de largo. En la orilla norte hay un mástil portador de una cruz y un buzón montañero.
Este lago es frecuentado al atardecer y al amanecer por los rebecos y en épocas de migraciones por los patos salvajes. No son raras en su orillas las huellas de lobos, zorros y mustélidos. Abajo en el bosque son muy numerosos los ciervos o venados, corzos y jabalíes. Y en los cielos se recortan con frecuencia las siluetas de las aves rapaces, águilas y buitres.
Si sólo queremos contemplar el lago desde lo alto del monte, podemos tomar cualquiera de los senderos ascendentes que desde el refugio de caza del Collado Acebal, nos llevan a la cima o cimeras del Picu Cascayón.
El regreso se puede efectuar tranquilamente por el mismo camino de la ida o hacer largas travesías por los puertos de Contorgán y desfiladero de Los Arrudos hasta Caliao. O bien a La Felguerina por la pista o por el bosque de Redes, en dirección a la vega de Brañagallones.
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