Es la forma más general de abonar las tierras y se hace con el cuchu o cuitu. El cuchu se saca todos los días de la cuadra donde están las vacas y es una de las labores necesarias para que la cuadra donde viven las vacas esté limpia y fresca.

Con las vacas, igual que no pueden dejarse sin ordeñar, no puede pasarse tampoco sin sacar el estiércol de la cuadra. El estiércol en muchos casos no sólo viene de las vacas, sino de lo que resulta de mezclarse con el rozu o estru que se les pone a las vacas para echarse.

El cuchu se pone en un sitio determinado (cucheru, cuiteiru, cucheiru, pila cuchu) donde va quedando hasta que se traslada a las tierras para abonarlas. El cuchu va dejándose en montones para más tarde esparcirlo por la tierra que quiere abonarse.

Para quienes trabajan el campo, el cuchu es la fuerza que da vida a la tierra y notan mucho la diferencia entre los terrenos abonados y no abonados. Buena seña de esta importancia que le dan a cuchar las tierras se ven en la imagen tan representativa del mundo campesino asturiano con los hombres llevando el cuchu del cucheru a las tierras. Esta es también la imagen que representa perfectamente la conexión entre la ganadería y agricultura; entre el mundo de las vacas y el mundo de los cultivos.

Actualmente esta imagen está cambiando porque además de los nuevos medios para transportar el cuchu a la tierra, ahora las cuadras tienen un depósito a donde va el meado, que después va esparciéndose por aspersión con una cuba que tiene un mecanismo apropiado para cubrir toda la superficie que se quiere regar.

En la cultura asturiana se refleja el poder del cuchu, por ejemplo, el refranero asturiano está lleno de frases sobre el cuchu en todos los ámbitos. El proverbio más conocido es el que dice Dios y el cuchu pueden muncho, pero sobretoo’ l cuchu. Pero hay más que refuerzan esta idea: Con cuatro coses podrá l’ aldeanu coyer munchu: cuchu, cuchu, cuchu y cuchu. 

Desde el portal oficial Facebook de la plataforma PlayPresta se puede disfrutar de la vida agrícola y ganadera asturiana de la mano de Saúl, un joven amante de la vida de campo, donde cuida y mima la tierra. Aquí en La Casería hay capítulos dedicados a la ganadería donde se puede ver el cuchu u ordeñar las vacas.