El asturiano (también llamado «astur-leonés») es una lengua romance, es decir, que procede del latín, al igual que otras muchas lenguas que se hablan en Europa como el catalán, el francés, el castellano o el italiano .

Además de en Asturies, esta lengua se habla en León (como variante «llionesa»), en el Valle de Sanabria (Zamora), y en una pequeña parte de Cantabria (el conocido como «montañés»). Curiosamente, existe también una variedad llamada «mirandés» que se habla en Miranda do Douro, un pueblo de Portugal que pertenece a la comarca de Bragança. En este lugar, el «mirandés» es cooficial junto con el portugués.

La historia del asturiano muestra muchos aspectos semejantes con otras lenguas romances, pero al mismo tiempo tiene peculiaridades propias indudables. Hay que tener en cuenta que, al desplazárse hacia el sur la capital del antiguo Reino de Asturies, éste entró en un proceso de pérdida de poder e influencia política que con el tiempo fue haciéndose más notorio. Si hasta el siglo XIV aparece documentación escrita en romance asturiano, como es el caso de varios fueros, más tarde el castellano pasó a ser la lengua escrita usada de forma generalizada. De esta forma, mientras que el asturiano se quedó en la oralidad, la lengua castellano se convirtió en la lengua oficial para reuniones de más «prestigio» y «solemnidad», dándole así más pretigio.

Algo parecido ocurrió con el inglés durante este siglo, que perdió pretigio y fuerza frente al fracés y el normando, que quedaban como lenguas para el escrito y reuniones de más alto «standing». Sin embargo, no cabe duda que esta lengua tuvo un destino muy distinto al del asturiano.

El asturiano, eso sí, siguió siendo la lengua del pueblo, de manero que mientras la iglesia tuvo la actitud de pensar que el castellano era la lengua más propia para la liturgia y para los documentos religiosos, la verdad es que al mismo tiempo los párrocos y los sacerdotes editaban catecismos, libros, etc en asturiano para conectar con la gente y lograr la participación de los asistentes en determinados ritos.