El origen de la escritura siempre ha atraído a miles de investigadores. Sin embargo, ninguno de ellos había dado con una conclusión que se pudiera considerar válida… Hasta ahora. Y curiosamente, la conclusión sobre ese origen de la escritura podría estar más cerca de lo que pensamos: en la cueva del Pindal, situada en Ribadeva, es decir, en la parte más oriental de nuestro territorio.

La página de noticias Xataka se ha hecho eco de esta hipótesis que unos investigadores británicos de la Universidad de Durham realizan a partir de un estudio en el que se encuentra la mencionada cueva y la de Altamira, en Cantabria, junto con un total de 400 yacimientos arqueológicos. La hipótesis señala que las pinturas rupestres que están siendo analizadas podrían ser los primeros indicios de «protoescritura», hace unos 20.000 años. Sin embargo, este hallazgo está siendo muy controvertido y las pruebas que sostienen la hipótesis del equipo británico son limitadas, e insuficientes para algunos investigadores.

Pese a esta controversia y a la realidad, que desde luego todavía desconocemos, Asturies vuelve a ser noticia, esta vez con una investigación que, de ser cierta, marcaría un antes y un después en el estudio de la escritura.