Las Covas da Andía es un precioso paisaje que podemos encontrar en la parroquia de Arancedo, en el concejo de El Franco. Consiste en un afloramiento calcáreo en forma de pico que se eleva sobre una depresión del terreno de unas dos hectáreas. Un lugar que es apenas visible desde el exterior debido a su extensa vegetación.

            Lo más curioso de este sitio tan bonito es que conserva una de las pocas masas arbóreas autóctonas de la zona, lo que le da una singularidad a este paisaje. Muchos conocen a esta zona como “El Valle Feliz” debido a su espectacularidad. La abundancia de su verdor, plantas de bosque y la luz que cruza por las copas de los árboles, hace de él un paisaje de una unión entre rural, praderías y cultivos forestales. La magia del paisaje no se disfruta nada más con los ojos sino también con las orejas: en el bosque podemos sentir el fluir del agua por las pequeñas oquedades.

            La situación de abrigo del enclave y la combinación de varias situaciones de humedad en el suelo propician el desarrollo de un bosque con abundancia de especies termófilas y otras más amantes de la humedad atmosférica.  Este enclave tan rico en flora no se queda corto en su fauna, ya que podemos encontrar aves de todo tipo. Un rincón ideal para los amantes de la ornitología.

            Como punto interesante, según el instituto geológico y minero de España (IGME), parece que en Andía hay indicios de oro.