En un mes de junio de 1992 abría en Xixón una tienda, Papagayo’s, que con el tiempo se iba a convertir en una marca de diseño de ropa femenina presente en numerosos países y vestida por millones de mujeres en las tres décadas últimas, Mamatayoe.

En aquella tienda de barrio estaba ya Cris González, actual directora del equipo de diseño de Mamatayoe, y allí empezó a hacer los primeros diseños propios que vendían en la tienda. El éxito de las propuestas hizo que empezaran a abrir más tiendas en Asturies y después Madrid, llegando a crear una red de franquicias con más de cincuenta puntos de venta. 

Tras un cambio en la filosofía de la marca, Mamatayoe ha dado un impulso nuevo a sus creaciones llegando a difundirse en más de treinta países, desde Italia y Francia, dos de los principales mercados, a Australia o Estados Unidos, pasando por Japón o Canadá, alcanzando algunos premios, entre quienes destaca el Premio Nacional a la Excelencia en Moda.

Una de las apuestas de la marca asturiana ha sido desde el inicio la apuesta por la fabricación de cercanía, con las garantías de calidad y condiciones labores que nada más la fabricación en Europa pueden dar. En este momento la fabricación se hace en Portugal, centralizando en Asturias la parte logística, administrativa, comercial y por supuesto de diseño.

Pese a la internacionalización de la marca, Mamatayoe no ha perdido nunca su espíritu, el de una marca de moda alegre que refleja una mezcla equilibrada entre historia y naturaleza, ambiente casero y paisajes del mundo, colorido y originalidad.

Cada temporada las colecciones están inspiradas en elaboradas historias inspiradas en lugares y culturas del mundo, donde no es ajena la presencia de Asturies, como en la colección dedicada a las sidras del mundo, en la que numerosas prendas llevaban el nombre de manzanas asturianas.

Todos los estampados, los bordados, los motivos son creados desde su inicio por el equipo de diseño, consiguiendo una originalidad y exclusividad única que hacen de Mamatayoe una marca de moda diferente y especial con ya treinta años a lomos.