En muy poco tiempo, llegará la Noche de ánimas, una fecha muy singular y que, aunque parezca muy alejada de nosotros y asociada a los Estados Unidos y su halloween, esta fiesta tiene su origen en los pueblos del arco atlántico. Es por eso por lo que hoy os traemos algunas de las tradiciones que hay o había en Asturies con motivo de esta celebración.

La mar que devuelve a los muertos

En los pueblos pesqueros de la costa asturiana, algunos tan conocidos como Cuideiru o Llastres, los pescadores decidían pasar esa noche en casa, argumentando que una leyenda decía que las redes arrastrarían huesos de las personas que habían muerto en la mar. Investigadores como Aurelio del Llano recogen de esta manera otras cuestiones que les sucedió a algunos pescadores en la Concha de Artéu, una playa de la parroquia de Samartín de Lluiña, en el concejo de Cuideiru:

«Antiguamente los pescadores de Cuideiru no salían a la mar la noche de todos los Santos ni la del día de la Encarnación. Pero una vez, la noche de todos los Santos, salieron dos lanchas a la pesca y al pasar frente a la Concha de Artéu, vieron que, sobre el agua, casi a orilla de tierra, ardían muchas luces. Los marineros enfilaron las proas de sus lanchas hacia aquellas luminarias y rema que rema, porque allí las olas rompían con mucha fuerza, llegaron allá y vieron llenos de miedo, que las luces eran producidas por huesos que había puesto allí la Güestia».

La Güestia

Precisamente, la Güestia es otra de las «tradiciones» de la Noche de Ánimas. También conocida como Huóstica, entre los vaqueiros d’alzada en Tinéu consiste en un grupo de espíritus de gente fallecida que caminan en procesión, supuestamente, para conseguir el auxilio o la liberación de sus almas atrapadas y alcanzar el eterno descanso, en ocasiones, exigiendo el cumplimiento de ciertas promesas a fin de liberarse o la expiación de alguna falta en el mismo lugar en el que esta fue cometida. La Güestia suele estar formada por un grupo ocho ánimas que caminan en grupos de a dos, con un líder que la encabeza y que sale de los cementerios en busca de mortales que sumar a su conjunto caminando o subidas en el denominado Carru de la muerte.

L’Aguinaldu

Al igual que en el tradicional antroxu asturiano o en Navidad, los más pequeños de la casa salían a pedir (sin disfraz, no como en antroxu) embadurnados en ceniza, pidiendo una recompensa tras cantar. Esta recompensa solía consistir en algún fruto seco o embutido.