Desde principios del 2000 hasta la actualidad, la Felguerina Marisa Valle Roso ha acumulado numerosos éxitos a su espalda, llegando a cambiar el sentido de la tonada tal y como lo conocemos.

Tras comenzar de la mano de Alfredo Canga, participando en concursos y programas de tonada, esta reconocida cantante asturiana consiguió lanzar su primer albúm en solitario a finales de 2011, “De lo fondero l’alma”, que incluía canciones con la esencia de la tonada asturiana y ese toque personal que le pone a cada proyecto que comenzaba a desarrollar y que marcaría un antes y un después en su carrera musical.

En su gira “Marisa canta a..” en 2015, empezó a versionar canciones de grandes artistas como Chavela Vargas y fue un año después, en la gira “Suena la mía”, cuando  introdujo un repertorio de canciones dedicadas a la minería de autores como Violeta Parra o Camarón, llegando a participar en su cierre de gira conocidos compositores asturianos como Nuberu o Victor Manuel.

En 2017 dejó a un lado la concepción de tonada a la que sus seguidores estaban acostumbrados a escuchar e innovó fusionando el folclore tradicional con el género pop e indie, publicando el disco «Consciente».

En relación a esto, en una entrevista llegó a destacar que este proyecto era lo más personal que había lanzado y que recoge toda la influencia y experiencia que fue ganando a lo largo de su carrera, componiendo canciones propias y trabajando conjuntamente con artistas con los que había colaborado anteriormente.

Marisa Valle Roso cantando «Títere o esclava» en la gala Hechos Ya.

Además, con su último lanzamiento, “Títere o esclava”, quiso realizar su aportación como una denuncia a la violencia machista.

Su éxito no solo queda demostrado con el conjunto de premios que lleva recogidos desde 2003 tanto en los mejores concursos de tonada, como “Asturiana del mes” o como “Mejor voz del años”, entre otros. Si no que también se debe a la aportación que realiza a la música asturiana, evolucionando y dándole una nueva imagen para llegar a un público mayor y darse a conocer pero manteniendo siempre esa esencia que caracteriza a la tonada, que cuente una historia que consiga emocionarte y transportarte a esa época.