Si hay algo clave en la historia de la sociedad asturiana de los siglos XIX y comienzos del XX, eso es, sin duda, la inmigración de miles de asturianos a tierras americanas con la idea y el sueño de hacer dinero. No son muchos los que cumplieron ese sueño y la gran mayoría sufrió por mantenerse allí. Sin embargo, unos pocos hicieron el suficiente dinero como para volver a Asturies y llevar una buena vida en su tierra natal. Lugares como Colombres o la playa de La Franca hablan mucho de su historia, la historia de los indianos. Pero en el concejo de Pravia, un pequeño pueblo guarda también esa esencia indiana. Estamos hablando de Somáu, que además fue nombrado Pueblo Ejemplar en el año 2020.

La historia indiana de Somáu empieza en la Asturies de ultramar a finales del siglo XIX, cuando José Menéndez Viña marcha con 14 años, primero a Madrid, luego a París, y de allí a Cuba. Viña regresó muy joven a Asturies, con una buena fortuna, y amplió la que fuera su casa natal, el Noceo. Viña fue llevando a Cuba a sus parientes, y así, estos fueron haciendo dinero. Poco a poco, las emblemáticas edificaciones y las palmeras, símbolo de su estancia en ultramar, fueron llenando el pueblo praviano.

Casa del Noceo, ampliada por el indiano José Menéndez Viña

Sin embargo, la casa que más destaca es la Casa de la Torre o Casa Amarilla. Es el edificio que se ve desde cualquier parte del pueblo… e incluso desde fuera por su llamativo color. La encargó Fermín Martínez, otro vecino de Somáu que emigró muy joven a la ciudad cubana de Caibarién. El diseño es del conocido arquitecto xixonés Manuel del Busto.

Casa de la Torre o Casa Amarilla, de Fermín Martínez

Pero la esencia indiana no solo se esconde en las casas que recuerdan un pasado de dinero en ultramar. Los asturianos que hicieron dinero se preocupaban mucho por modernizar y mejorar las condiciones de vida de los vecinos de sus pueblos natales. Así, Somáu fue de los primeros pueblos de toda Asturies en contar con luz eléctrica. Además, impulsaron la construcción de la iglesia, el antiguo cine (hoy centro social) y las escuelas (todavía en uso). Un pueblo que, sin duda, guarda la pureza de la cultura indiana.