La Ruta de la Olla de San Vicente es una de las más sencillas dentro de Asturies y es muy popular en la época estival para realizarla en familia.

Esta ruta es de intensidad baja, con una duración de 2 horas y una longitud de unos 5 kilómetros aproximadamente. La belleza del entorno es lo que la caracteriza y hace que sea tan demandada por los turistas.

Para llegar al punto de partida hay que tomar desde Cangas de Onís la carretera N-625 en dirección al Puerto del Pontón, pasando por los pueblos de Tornín y Miyares hasta encontrar el «Restaurante Puente Dobra» a la izquierda, donde será fácil aparcar en las temporadas bajas.

Desde ese punto comienza el sendero en dirección a la Olla que va en paralelo al cauce del Sella. Al principio se puede ver el Puente Dobra o Puente viejo y, sin cruzarlo, seguir de frente por el esendero.

Durante el recorrido se pueden encontrar numerosas pozas de agua cristalina, que incitan al baño, sobretodo si nos encontramos en uno de esos días asturianos donde quema el sol.

Tras llegar al mitad del recorrido el camino empieza a estrecharse y discurre entre rocas alguno de los tramos, sería el único punto donde habría que tener más cuidado con los más pequeños de la familia.

Si llegas a alcanzar una amplia pradera con frondoso árboles, ¡enhorabuena! al caminar unos pasos más encontrarás la característica poza de aguas verdes entre las rocas que da nombre a esta ruta y a la que pone punto y final. El agua de la Olla de San Vicente viene del deshielo de las montañas que lo rodean, por lo que independientemente de la época del año en la que acudas, estarás ante una playa fluvial donde el agua siempre corre a bajas temperaturas.