Asturies se conoce por su impresionante paisaje natural y su rica herencia cultural. Entre sus tesoros ocultos se encuentran los Puertos de Marabio, una joya escondida que ofrece a los visitantes una experiencia única en medio de la naturaleza. Hoy en VerAsturies, exploraremos la belleza y el encanto de los Puertos de Marabio, descubriendo por qué este rincón asturiano merece ser descubierto.

Un paraje impresionante

Situados en el concejo de Teverga y de Yernes y Tameza, los Puertos de Marabio es un monumento natural con multitud de cavidades subterráneas, en muchas ocasiones conectadas entre ellas, que llegan a formar complejos entramados kársticos. Así ocurre en el sistema de Vegalonga, que presenta una red interior próxima a los 6.000 m de desarrollo, o en otros de menor entidad: el Sumidorio del Fondadal, de 150 m de profundidad; la Cueva del Vistulaz, de 3.000 m de desarrollo; o el Pozo del Agua, por el que se precipita en cascada un pequeño arroyo.

Otras veces se producen acumulaciones de agua en superficie que dan lugar a bellas lagunas como la de Barrera, la de Vega Castro, la de Foslayegua o la de Tambaisna. En ocasiones, rellenando las fracturas del roquedo calizo, aparecen pequeños yacimientos de fluorita, que se aprovecharon de forma dispersa y con escasa intensidad hasta los años setenta, principalmente en las laderas del Caldoveiro, donde pueden verse aún algunas de las catas de la explotación.

Este paraje natural alberga una diversidad biológica asombrosa y paisajes de ensueño y  se encuentra incluido parcialmente en el Parque Natural de Las Ubiñas-la Mesa. Con una altitud que varía entre los 800 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar, los Puertos de Marabio ofrecen un espectáculo visual con sus imponentes picos, prados verdes y bosques frondosos.

Una zona habilitada para el senderismo

La mejor manera de explorar esta maravilla natural es a través de sus rutas de senderismo. Los caminos serpentean a lo largo de la montaña, llevando a los aventureros a través de exuberantes bosques de hayas y abetos, así como prados salpicados de flores silvestres. Cada paso revela nuevas vistas panorámicas que van desde valles profundos hasta cumbres nevadas, creando un telón de fondo perfecto para aquellos que buscan escapar del bullicio de la vida cotidiana.

Además de su belleza escénica, los Puertos de Marabio son también el hogar de una rica diversidad de flora y fauna. Los amantes de la naturaleza pueden deleitarse con la observación de aves, ya que la región alberga una variedad de especies, desde águilas hasta alimoches. Los bosques son el hábitat perfecto para mamíferos como ciervos y jabalíes, lo que añade emoción a cualquier caminata por la zona.

Mucho más que naturaleza

Para aquellos que buscan sumergirse aún más en la cultura local, los Puertos de Marabio están salpicados de pequeños pueblos que conservan la autenticidad asturiana. Los lugareños, conocidos por su hospitalidad, ofrecen a los visitantes la oportunidad de probar la deliciosa gastronomía regional. Productos lácteos, embutidos y platos tradicionales asturianos, como la fabada, son imperdibles para aquellos que desean degustar la auténtica cocina local.

La mejor época para visitar los Puertos de Marabio es durante la primavera y el verano, cuando los prados se visten de colores vibrantes y el clima es más suave. Sin embargo, el otoño también tiene su encanto, ya que los bosques se tiñen de tonos dorados y rojizos, creando un paisaje de cuento de hadas.

Los Puertos de Marabio en Asturias son un tesoro natural que espera ser descubierto. Su belleza escénica, rica biodiversidad y encanto cultural hacen de este rincón asturiano un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura. Así que, la próxima vez que busques una escapada que combine paisajes impresionantes y autenticidad local, no dudes en explorar los Puertos de Marabio y sumergirte en la magia de Asturies.